
Era una tarde nublada, de esas en las que provoca quedarse en casa viendo pelĂculas en Netflix y no salir. Pero allĂ estaba, recibiendo una clase de Medio Oriente o de Rusia, todavĂa no lo tengo claro. Lo que sĂ tengo claro es que salĂ con mis amigos de dicha clase con par de chistes, como siempre. Hablando de mujeres, de la mala vida que nos dan, de fĂștbol americano o simplemente de algĂșn escote. Lo de todos los dĂas camino al baño despuĂ©s de clases. Justo al salir del baño, la conversaciĂłn con uno de mis amigos se acabĂł, mi mejor amiga del colegio estaba allĂ, sentada en uno de los bancos de la facultad de Derecho. No sĂ© si me estaba esperando o fue una casualidad hermosa que me regalĂł el universo, ella estaba allĂ.
Vanessa y yo nos conocemos desde hace par de años, nos volvimos buenos amigos despuĂ©s de entender que no servĂamos para ser pareja, que nos encantaba la forma de ser de cada uno, nuestros chistes crueles, nuestra complicidad absoluta pero que simplemente tenĂamos material de mejores amigos. AsĂ lo comprendimos luego de varias charlas.
Me quedo corto definiendo a 'Vane' si digo que ella es especial. Puedo decir que soy de muchos conocidos, sin embargo me considero de pocos amigos. Tiendo a confiar muy rĂĄpido en las personas, asĂ que prefiero depositar mi confianza en la gente que realmente lo vale. Ella lo vale. Luego de par de años de colegio y par de años universitarios, Vane estaba allĂ. En el mismo pasillo que yo, cada vez que nos veĂamos nos dĂĄbamos un abrazo largo. Como esos que sueles darte con tu familia en año nuevo. Luego de aquel abrazo, comenzamos a contarnos sobre la vida. Su familia, su novio, mis clases, las locas que me consigo, aquellos tiempos cuando estudiĂĄbamos juntos, las locuras que habĂan hecho recientemente nuestras hermanas, entre otras cosas. Nuestros encuentros siempre estĂĄn repletos de chistes, humor negro y cuentos geniales.
Me quedo corto definiendo a 'Vane' si digo que ella es especial. Puedo decir que soy de muchos conocidos, sin embargo me considero de pocos amigos. Tiendo a confiar muy rĂĄpido en las personas, asĂ que prefiero depositar mi confianza en la gente que realmente lo vale. Ella lo vale. Luego de par de años de colegio y par de años universitarios, Vane estaba allĂ. En el mismo pasillo que yo, cada vez que nos veĂamos nos dĂĄbamos un abrazo largo. Como esos que sueles darte con tu familia en año nuevo. Luego de aquel abrazo, comenzamos a contarnos sobre la vida. Su familia, su novio, mis clases, las locas que me consigo, aquellos tiempos cuando estudiĂĄbamos juntos, las locuras que habĂan hecho recientemente nuestras hermanas, entre otras cosas. Nuestros encuentros siempre estĂĄn repletos de chistes, humor negro y cuentos geniales.
Justo antes de despedirnos, Vanessa dijo: "Vamos a tomarnos una foto". EstĂĄbamos hechos trizas, los exĂĄmenes nos habĂan quitado horas de sueño, parecĂamos zombies. Sin embargo, sonreĂmos. Nos abrazamos y afirmamos que nos verĂamos este diciembre, "Como todos los diciembres". Ella y yo tenemos una tradiciĂłn de vernos cada Diciembre y comer hallacas en su casa. Nos vemos en Diciembre y en Abril, que es su cumpleaños. ¡Claro! Y cada vez que nos encontramos en su facultad o en la mĂa. O cada vez que le da por asustarme donde quiera que me ve. En el metro, en la lĂnea del transporte o cruzando plena calle. Vanessa tiene la forma particular de abrazarme cada vez que me ve caminando y como casi no soy distraĂdo, siempre termina asustĂĄndome.

Vanessa partió de este mundo el 18 de Diciembre de 2016. Mi amiga se fue al cielo y desde allà estå cuidåndome, cuida de su hermanita, de su mamå, de su papå, su novio y de todos los seres queridos que dejó en la tierra con el corazón quebrado. Aunque ella ya no esté en este mundo caótico, ella estå presente en cada uno de nosotros, en cada cuento, en cada chiste, en cada instante que nos regaló. Por eso no escribo de ella en pasado, ni lo haré. Ella estå viva en mi corazón, en mi pensamiento, en mi prosa.
Y este escrito, mĂĄs que inmortalizar a mi amiga en lo mĂĄs sagrado que tengo es un llamado de atenciĂłn para ti que lo lees. No dejes las cosas para mañana, no pospongas la salida con tus amigos porque tienes pereza o estĂĄs muy ocupado trabajando, ten presente que los dĂas pasan. Ten presente que hoy estamos, mañana no sabemos. Yo me quedĂ© esperando otro almuerzo con mi amiga, me quedĂ© esperando una graduaciĂłn donde ella no asistirĂĄ, me quedĂ© esperando una sonrisa mĂĄs, un abrazo mĂĄs, una palabra de aliento mĂĄs, un susto en plena facultad mĂĄs.
Mi amiga es como pocas, gracias a su aliento hoy persigo mis sueños. Gracias a su aliento decidà que realmente tengo talento, gracias a su aliento, a su soporte comprendà que puedo lograr cualquier cosa que tenga en mente. Una vez hablando locuras, le dije: "Ya verås que en par de años armaré un show de Stand Up y contaré todo lo que hemos vivido". Ella solo contestó: "Claro que sà y yo estaré en primera fila". Siempre, siempre, siempre estarås en primera fila amiga. En cada uno de mis logros.
Vuela alto, muy alto.
Y sonrĂe desde la altura, que acĂĄ me quedo preparĂĄndote muchos chistes para cuando nos volvamos a ver.
Te amo.
Atte. Ostwald Guillén
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